En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno.

En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno.
En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno. (Konrad Adenauer)

jueves, 19 de mayo de 2011

¿UN MODELO DE CIUDAD PARA CADIZ?


No hay elecciones locales que se precien, en cualquier parte donde nos encontremos, que no haya referencias continuas al modelo ciudad que tal o cual partido tiene en la cabeza. Si rastreamos la expresión “modelo de ciudad” en internet veremos que nos salen múltiples entradas, cada cual más interesante. En una de ellas el modelo de ciudad se asocia a la calidad de vida, al decir que ambos conceptos “se superponen y retroalimentan”. Por su parte, el alcalde de Barcelona, en una conferencia celebrada en la ciudad condal, defendió “un modelo de ciudad global que no olvida los debates locales”. En Mérida también se deben estar comiendo el tarro con estas cosas, al menos ello se deduce de unas declaraciones hechas por el candidato de Izquierda Unida a la alcaldía de la ciudad emérita, ofreciendo”un modelo de ciudad integral y coherente”. Más cerca de Cádiz, el alcalde actual de El Puerto de Santa María dijo hace unos días por la radio: “Por fin tenemos un modelo de ciudad, pero no se puede hacer todo en cuatro años”.

Yo, francamente, no me veo a Fermín Salvochea, Sebastián Martínez de Pinillos, Manuel García Noguerol o al mismísimo Ramón de Carranza pidiendo un nuevo modelo de ciudad para Cádiz. Ellos, desde su amateurismo político, se limitaban, con un presupuesto ínfimo, a salir al paso de los problemas continuos que tenían los gaditanos y la misma ciudad donde estaban asentados. No me veo a don Cayetano del Toro (sin duda el político más honorable que ha tenido Cádiz), sentado ante su mesa de despacho de caoba, rompiéndose la cabeza sobre el modelo de ciudad que quería implantar en su querida ciudad natal. Él bastante tenía con intentar subvenir a las necesidades más perentorias de sus paisanos, entre ellas la vivienda, de ahí que ideara e iniciara la construcción de la que se llamó la Barriada Obrera. Al único alcalde de Cádiz, de los históricos, que veo meditando sobre una ciudad nueva, según un modelo que él mismo habría diseñado y puesto en práctica si hubiera tenido dinero para ello, es José León de Carranza, muy dado a escribir para que quedara constancia de sus ideas.

En el Cádiz actual, los políticos también hablamos de nuestro propio modelo de ciudad, pero en esto de improvisar y de lanzar campanas al vuelo PP y PSOE, PSOE y PP (tanto monta, monta tanto) no paran de lanzar proyectos que después no parecen que tengan muchas posibilidades de llevarse a cabo. Y es que las candidatas de estos dos partidos piensan como los promotores, es decir, ponen el foco en actuaciones muy concretas y vistosas, al margen de su viabilidad y de las necesidades más acuciantes de los gaditanos, y eso que tenemos un PGOU, que debiera, si hubiera obtenido el consenso necesario, servir de guía de la ciudad que queremos.

Una idea desde este blog: la ciudad de Cádiz tiene ya su modelo. No hace falta crear una cadinópolis. Estoy de acuerdo con lo que decía Jesús Maeso en un buen trabajo periodístico que se publicó hace diez días en Diario de Cádiz: “Cádiz es una ciudad que, en contra de lo que pasa con otras, está hecha en la medida de los habitantes al ser muy asequible y manejable. Aquí, como en la Real Academia, lo que hay que hacer es fijar, limpiar y dar esplendor a lo que ya tenemos y no meternos en más historia, sobre todo cuando tenemos una ciudad neoclásica muy bien conservada”. Dicho de un modo más pedestre, no hace falta que inventemos una nueva ciudad porque la que tenemos no nos guste; es suficiente con mejorarla, retocar la ciudad que hemos heredado, darle lustre. Sin menoscabo, naturalmente, de emprender nuevos proyectos, pero éstos deben estar perfectamente coordinados, para que confluyan en esta ciudad maravillosa que hemos heredado y que estamos obligados a legar a nuestros hijos. Y que conste que si tenemos que hablar de un modelo de ciudad, éste debe contemplar lo urbano, naturalmente, pero también lo social y lo económico, porque todo junto debe confluir en lo que hoy más que nunca debe constituir el norte de nuestra actividad pública: el bienestar de nuestros paisanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario