¿ES LA ECONOMÍA? !ESTUPIDO!

Fue en la campaña que convirtió a Bill Clinton en presidente de los Estados Unidos en 1992, en su dura pugna contra Bush padre, donde uno de los asesores demócratas impulsó, a través de la famosa frase !Es la economía, estúpido! la idea, que caló en el electorado, de que lo que realmente importaba a los ciudadanos norteamericanos no era la primera guerra del Golfo o los éxitos en política exterior de Bush I, si no la economía doméstica, la escalada del paro, el mantenimiento del sistema nacional de salud norteamericano, etc.
Casi 20 años después de aquella frase, en medio de una de las mayores crisis económicas de la historia, que el gobierno del PSOE de Zapatero/Rubalcaba negaba por activa y por pasiva hace apenas 3 años,

estamos asistiendo a los estertores agónicos de un gobierno transitorio que acomete una reforma constitucional, en agosto y sin anestesia, abandonado a la suerte de los dictámenes e imposiciones de otros gobiernos europeos, a toda pastilla, sin luz ni taquígrafos, y, lo que es más importante aún, sin contar con la opinión de los ciudadanos españoles. ¿Y cómo lo hace ZP? Entregando en bandeja de plata al Partido Popular la cabeza de Alfredo el Breve,

a quien convenció en una tarde de que lo que estaban urdiendo a sus espaldas era bueno. Y Alfredo asintió.
Por ello, UPyD ha pedido que se lleve a la Carta Magna no sólo la estabilidad presupuestaria y que se reformen otros asuntos que, en nuestra opinión, sí son también trascendentes para España.
Y tan importante para UPyD es el fondo como la forma en que PSOE y PP han cerrado el acuerdo. En las últimas horas hemos iniciado una campaña que hemos denominado (usando la terminología tuitera) #terceraurna20N. El clamor por un referéndum ha vuelto a quedar patente en las redes sociales a través de la etiqueta #terceraurna20N, que ha sido trending topic en Twitter. La etiqueta fue lanzada a la red desde los perfiles oficiales y de afiliados de Unión Progreso y Democracia, partido que lleva cuatro años (desde su fundación) pidiendo una reforma constitucional de auténtico calado que, a través de la igualdad de todos los españoles, fomente el desarrollo de un país sumido en una crisis política desde mucho antes de que estallara la crisis económica. Una reforma de la Constitución que demuestre ambición de país y que permita a España jugar un papel de auténtico peso en un ámbito europeo y global. En resumen, cuando el dinosaurio de la reforma despertó, UPyD ya estaba allí. Y seguirá estando y luchando por lo que viene defendiendo desde hace ya 4 años.