Hoy tengo ganas de hablar de mis compañeros de travesía política en UPyD en Cádiz. Algunos compartimos la militancia y el trabajo desde hace ya más de 3 años. Otros son recientes y jóvenes (de edad algunos y otros de espíritu), incorporaciones que han inyectado sabia magenta por las venas de la organización gaditana. Luchar por lo que se cree en la vida supone, cuando esa lucha es política, contar con la colaboración, el apoyo, la crítica constructiva, los buenos momentos, los malos, pero siempre en equipo. Me siento tremendamente orgulloso de contar con estos compañeros para desarrollar el trabajo.
Ahora toca hacer una campaña provincial, una vez que los compañeros han optado por mi candidatura en las primarias para las elecciones del 20-N. Y ello está provocando el encuentro con compañeros de otras localidades para organizar actos con ellos, para programar el camino que nos queda en las próximas semanas. Y en todos los casos me estoy encontrando con las mismas ganas, la ilusión por el proyecto, el deseo de que desde la provincia pongamos un buen número de votos que ayuden a que UPyD alcance el objetivo trazado, conseguir grupo parlamentario propio en el Congreso.
Una de los temores que me asaltaba antes de decidir presentarme a las elecciones primarias era el pensar en el duro trabajo que había por delante y saber si contaría con los medios humanos necesarios para ello. Ahora ya sé que están ahí y que, con ellos, al fin del mundo.
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