En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno.

En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno.
En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno. (Konrad Adenauer)

viernes, 2 de septiembre de 2011

LA MEJOR MANERA DE CELEBRAR EL BICENTENARIO EN 2012: UNA PROFUNDA REFORMA CONSTITUCIONAL


Dentro de apenas 7 meses, en marzo del año que viene, se celebran los 200 años de la proclamación en Cádiz de la Constitución de 1812, conocida como "La Pepa". Dice el constitucionalista Jorge de Esteban que esa constitución representa el hito fundamental que inicia la dialéctica constitucional que llega hasta el presente. Su significado, situándonos en el contexto de la época, aparece como un avance progresista fundamental para la modernización de la vida política española y supuso el motivo fundamental del nacimiento del liberalismo español y, en algunos casos, europeo.
Su influencia, como es sabido, dio pié a la implantación de los derechos humanos en nuestro país, hizo aparecer el concepto de ciudadanía, base y fundamento de la legitimidad y representación política que ha llegado a nuestros días.
En los convulsos momentos económicos que nos toca vivir en estos tiempos, como decía en otras entrada de este blog, PP y PSOE acuerdan acometer una reforma constitucional, en agosto y sin anestesia, abandonando la misma a la suerte de los dictámenes e imposiciones de otros gobiernos europeos, a toda pastilla, sin luz ni taquígrafos, y, lo que es más importante aún, sin contar con la opinión de los ciudadanos españoles.
En esta tesitura, UPyD, Unión Progreso y Democracia, aparte de reclamar que cualquier reforma constitucional de esta índole debe pasar por el necesario marchamo de una consulta popular, hace una apuesta de futuro y aboga por acometer un reforma constitucional en el 2012 amplia que permita adecuar nuestra Carta Magna a las necesidades y objetivos de la democracia y los ciudadanos españoles en el siglo XXI.
Temas como la aprobación de un nuevo sistema electoral, la garantía de la efectiva separación de poderes, con la consecuente apuesta porque los órganos de gobierno del Poder Judicial dejen de ser nombrados por los partidos, que estos no controlen el Tribunal Constitucional y que el fiscal general del Estado no dependa del Gobierno o la vuelta al Gobierno central de las competencias en educación y sanidad, ahora en manos de las comunidades autónomas forman parte de la ambiciosa propuesta de UPyD. Una buena forma de celebrar el bicentenario. ¿No creen?

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