En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno.

En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno.
En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno. (Konrad Adenauer)

jueves, 18 de diciembre de 2014

AGRADECIMIENTO Y ORGULLO

Hoy me han entregado la medalla de plata de la Universidad de Cádiz por 25 años de trabajo en la misma. Este es el discurso que he dado en nombre de los 53 homenajeados.




Amigos, compañeros y familiares que hoy nos acompañáis

Me toca dirigiros unas palabras en nombre de los empleados de la Universidad de Cádiz que recibimos la medalla por 25 años de servicios.

El pasado lunes por la tarde recibí la llamada del Director del Gabinete del Rector comunicándome que se había decidido que fuera yo quien realizara este pequeño discurso. Desde ese día, a la emoción que siento desde hace ya unas semanas por el hecho de recibir la medalla se une la preocupación por la responsabilidad de que estas palabras reflejaran lo mejor posible el sentimiento de mis compañeros en nombre de los que hablo, y el mío propio. Además, por hacerlo en unos días complicados que toda la comunidad universitaria gaditana está viviendo por circunstancias que seguro que todos tenéis hoy en vuestras mentes. Menudo marrón me encargaste Enrique. Pero tranquilos, creo que no haré un Pastora Soler o un Joaquín Sabina.

Hay dos palabras que podrían resumir lo que siento hoy: agradecimiento y orgullo.

Agradecimiento a todos, profesores, alumnos, personal de administración y servicios que nos han acompañado en estos 25 años de trabajo y esfuerzo en esta institución pública de enseñanza superior gaditana. Nos habéis ayudado a forjar nuestra trayectoria profesional y a ser lo que hoy, todos y cada uno de los aquí presentes, somos. Muchos aún con nosotros y otros, lamentablemente, por ley de vida, que ya no están. Os pediría que el aplauso que tenéis reservado para el final de mis palabras fuera ahora para ellos.

Orgullo, decía también, a pesar de la que está cayendo, porque todos hemos contribuido a que hoy la Universidad de Cádiz sea lo que es, y que a buen seguro seguirá siendo, una institución pública comprometida con su entorno, entregada a la generación, difusión y transferencia de conocimiento y cultura así como a la formación integral, a lo largo de toda la vida, de personas y profesionales. Las características geográficas, históricas y sociales de la provincia de Cádiz definen nuestra estructura, singularidad y capacidad de adaptación a los cambios de la sociedad. Estas palabras no son mías. Es la definición de la misión de la Universidad que encabeza el plan estratégico que hoy debatirá este Claustro después de este acto.

Permitidme que haga un guiño personal, para finalizar, con mis inicios en la Universidad.
Empecé a trabajar en el año 1986 en la UCA (hace ya 28 años) aunque estuve 3 años trabajando para el Ayuntamiento de Puerto Real razón por la que se ha retrasado, en mi caso, esta entrega 3 años.

Era Rector en ese momento el gran profesor y pensador Mariano Peñalver, cuyo nombre dignifica el Código Ético y de Comportamiento de esta casa al que todos los empleados nos debemos y que hoy ya no está con nosotros.


Mi primer destino fue el Colegio Mayor. En esa foto, que tengo colgada en mi despacho, de hace 25 años se puede ver quienes fueron los que me acompañaban en el inicio de mi singladura profesional en la UCA.
Alguien me dijo al verla que parece una familia bien avenida. Y es verdad. En estos 25 años la familia ha ido creciendo. No es, ni puede ser, una familia que vive para adentro y sin relacionarse con la sociedad y con los ciudadanos a los que estamos llamados a servir con la docencia, la investigación y la gestión porque, entre otras cosas, ellos nos pagan. Esa sociedad nos pide que realicemos nuestro trabajo de la mejor forma posible con unos estandares de calidad que, estoy seguro, seguiremos aplicando y mejorando. Haciendo Universidad.





MUCHAS GRACIAS


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