En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno.

En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno.
En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno. (Konrad Adenauer)

viernes, 17 de mayo de 2013

¡ES UN CONTRATO ÚNICO E INDEFINIDO, ESTÚPIDO!

 
Fue en la campaña que convirtió a Bill Clinton en presidente de los Estados Unidos en 1992, en su dura pugna contra Bush padre, donde uno de los asesores demócratas impulsó, a través de la famosa frase !Es la economía, estúpido! la idea, que caló en el electorado, de que lo que realmente importaba a los ciudadanos norteamericanos no era la primera guerra del Golfo o los éxitos en política exterior de Bush I, si no la economía doméstica, la escalada del paro, el mantenimiento del sistema nacional de salud norteamericano, etc.
Me permito copiar aquella expresión pero refiriéndola al debate que esta semana se ha producido como consecuencia de las manifestaciones del comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, Laszlo Andor, que ha venido de fuera a recordarnos que existe la opción del contrato único indefinido. Sin embargo, al “contrato único” le ha caído encima la crítica y el rechazo de todo el “tinglado” laboral: los sindicatos, la patronal, la ministra, la oposición, los comentaristas generalistas… Todos menos UPyD.
 
No tiene sentido insistir en la dramática anomalía que es el paro en España. Baste recordar que es, sin duda, la peor expresión del gran fracaso de la política desde la Transición. Lo demuestran las cifras, incomprensibles desde cualquier estándar europeo. Pero lo demuestra aún más el hecho de que después de 30 años sigan existiendo tabúes en cuanto al marco laboral. Si en algo debiéramos asistir a un debate abierto y desprejuiciado es en el problema del desempleo. La propuesta de Unión Progreso y Democracia la llevaba en su programa electoral de 2011 y la defendió durante los debates de las dos últimas reformas laborales: la socialista de 2010 y la del PP en 2012. Desde luego, no es una idea original de UPyD, sino que responde a un amplio consenso entre los economistas del que los partidos no han querido ser partícipes. En la primavera del 2009 también fue una iniciativa de un centenar de economistas con buenas credenciales académicas, entre cuyos promotores se encontraban algunos vinculados a FEDEA (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) contando con investigadores que forman parte del grupo de especialistas en mercado de trabajo que conocen a fondo el problema.
 
Tras décadas de gobiernos, reformas y convenios, el mercado laboral español sigue siendo dual y precario. Frente a un grupo de trabajadores que tenían casi asegurado su puesto gracias a su antigüedad y a la cuantía de su indemnización por despido improcedente, una gran masa de ciudadanos, entre ellos los más jóvenes, encadenaban contratos temporales con bajos salarios, escasos derechos y alta precariedad. Los gobiernos españoles, que tienen la obligación de velar por todos los españoles, pero en especial por los más débiles, han mantenido por motivos electorales esta evidente discriminación con los resultados ahora visibles. Las últimas reformas han debilitado la posición de los indefinidos al abaratar el despido, pero no han hecho nada por los eventuales ni por los parados.
 
El contrato único indefinido que propone UPyD contempla una indemnización creciente que comenzaría en 12 días por año trabajado (mayor, por tanto, que la que ahora reciben los trabajadores eventuales) que se iría incrementando a razón de dos días por año hasta alcanzar los 34 días para despidos improcedentes. Además, para afrontar una posible indemnización, la empresa iría dotando poco a poco un fondo que el trabajador podría llevarse a otra compañía en caso de que decidiera cambiar. Veamos cuáles son las ventajas de este sistema. Por una parte, todos los contratos son indefinidos desde el inicio. Se evita el actual salto de riesgo que supone para una empresa convertir a un trabajador eventual en fijo. Actualmente se pasa de una indemnización muy baja a una muy alta. Las empresas son reacias por este motivo a dar el paso, ya que si les va mal en el futuro los costes del despido podrían ser un lastre difícil de superar. La indemnización creciente elimina ese salto, haciendo más atractiva la contratación. El sistema de indemnización 'portátil' (el modelo austríaco) supone un pequeño coste para la empresa, pero a cambio le evita de nuevo tener que afrontar un gran pago en caso de despido. Y tiene una gran ventaja para el trabajador: al cambiar de empresa no renuncia a esa indemnización, sino que se la lleva con él. Esto, además, puede ser muy bueno para la economía en su conjunto, al favorecer la movilidad de los trabajadores. El contrato único indefinido favorece una relación más estrecha entre empresa y trabajador. A un eventual, la compañía no suele ofrecerle formación, porque hoy está pero mañana vendrá otro. En cambio, cuando el empleado va a estar por tiempo indefinido, a ambas partes les interesa aumentar los conocimientos y habilidades.
 
El actual marco laboral español es caótico. Está repleto de tipos de contratos, de bonificaciones, de casos particulares. Las empresas gastan fortunas en gestorías para que les ayuden a desbrozar el camino. Las últimas reformas han creado nuevas formas de contratación, en general precarias. UPyD propone reservar los contratos temporales para actividades muy concretas y muy bien tasadas, dándoles un carácter excepcional. El contrato único indefinido aportaría claridad y seguridad jurídica. Dos bienes escasos en España, por desgracia.

viernes, 12 de abril de 2013

LAS RAÍCES PODRIDAS DEL DRAGO Y EL OLVIDO DE UNA CIUDAD MILENARIA

Cádiz tiene algo de especial que hace que, de vestigios históricos o lugares emblemáticos que haya en el mundo, aquí tengamos una réplica. Ocurre con el malecón de La Habana que Carlos Cano cantara en su mítica y tantas veces repetida habanera. No fue casualidad que se eligiera el frente marítimo de La Caleta de Cádiz para suplantar las playas cubanas en la célebre película de James Bond al denegarle el permiso a la productora para rodar las autoridades de aquel país. Mérida o Taormina (en Sicilia) tienen teatros romanos que posiblemente sean similares al que se encuentra debajo del barrio del Pópulo y del que sólo se asoma una parte en el frente marítimo del Campo del Sur, barrio que, por cierto, nos puede recordar el medieval de Barcelona, por poner un ejemplo. Yo al menos así lo experimenté paseando por esas calles de la capital catalana. El enclave fenicio de la antigüedad más importante de la península ibérica fue esta Gadir cuyos hallazgos púnicos se asemejan en sobremanera a los de Tiro o Sidón en el mediterráneo oriental. Centrados en nuestra época, numerosos son los gaditanos que, por redes sociales, con fotos estupendas, se dedican a comparar nuestras alargadas playas con las de Miami o de Cancún. El árbol drago, especie subtropical, icono de las Islas Canarias (a todo excursionista peninsular lo llevan a ver el drago milenario de Icod de los Vinos) tiene numerosos hermanos gaditanos de la misma antigüedad que los canarios. Pero no busco hoy con este artículo hacer un proselitismo desmesurado ni fundirme en los brazos del chovinismo dándome golpes de pecho para terminar afirmando aquello de que no todo el mundo puede ser de Cádiz. Hago todas estas reflexiones en unos días en que hemos asistido a numerosos casos de olvido, cuando no de desprecio o de falta del necesario cuidado, de esta ciudad. Tenemos una catedral que se restauró por parte de la Junta de Andalucía, hace menos de 10 años, y cuya cúpula señera pierde su color. Existe una manifiesta decadencia que solo se puede deber a la utilización de unos azulejos de ínfima calidad para resistir en unas condiciones atmosféricas de una ciudad como Cádiz, con muchas horas de sol y con un ambiente con un alto grado de salinidad. Nada se ha hecho por parte de la Junta de Andalucía para reclamar a la empresa la restitución de los azulejos dañados. Un drago milenario, declarado BIC por la misma administración autonómica que debe cuidarlo, se pierde de manera negligente sin que nadie asuma responsabilidades políticas. El tono de nuestra exigencia viene acompañado por la pésima gestión del patrimonio de edificios emblemáticos abandonados de la Junta en la ciudad (Escuela de Náutica, Escuela de Bellas Artes, Olivillo, Tiempo Libre, Chalet de San Luís, etc.) que están convirtiéndola en un verdadero cementerio de edificios sin uso y sin mantenimiento. Para rematar, durante esta semana el Consejero de Turismo informó que la Junta de Andalucía estaba estudiando crear un paquete turístico de "ciudades milenarias" entre las que no se encontraba Cádiz. No nos quedó más remedio que mostrar nuestra sorpresa e indignación. No es comprensible que el Consejero de IU, Rodríguez, haya obviado nuestra ciudad que, no olvidemos, tiene más de 3.000 años de antigüedad. Los sesudos responsables de izquierda de la Junta demuestran con esta actitud ignorancia o desprecio hacia Cádiz. Nos parece muy positivo que se pongan estas medidas en marcha de manera coordinada, pero el olvido lamentable de nuestra ciudad, con huella de rastros fenicios, romanos, árabes, medievales, con el importante papel jugado en el constitucionalismo modernos es rechazable a todas luces. Parece que la medida se ha revisado y que Cádiz formará parte de este paquete turístico dirigido a visitantes extranjeros. Nuestra ciudad y la bahía gaditana, no olvidemos, también es muchimilenaria por el número de parados. El sector del turismo de Cádiz no podía quedar fuera de esta iniciativa. Nos da igual que la culpa sea de la Junta de Andalucía o del Ayuntamiento, como ahora afirman PSOE e IU. No podemos por más tiempo consentir que las administraciones públicas condenen a esta ciudad al olvido y a que las raíces de su despegue económico, turístico y comercial se pudran como las del drago de la Escuela de Bellas Artes lamentablemente perdido. Hago mías, para terminar, las palabras de Andrés, un buen amigo, que el día que se perdió el árbol escribía en su Facebook: “Pobre drago gaditano...en sus casi 300 años ha sobrevivido a la guerra de la independencia, a levantamientos militares, al turnismo del siglo XIX, a la revolución gloriosa, al cantón de Cádiz, a la guerra civil, a la gran explosión y a la dictadura de Franco...Pero no ha tenido huevos de sobrevivir a la Junta de Andalucía..”

sábado, 9 de marzo de 2013

¿LA ELECCIÓN DE LOS MEJORES? UNA CARTA Y UNA RESPUESTA

Ya he dicho en alguna ocasión que el descrédito de la “clase política” tiene su raíz en los filtros inexistentes y en las formas en que se configuran los núcleos de poder en los partidos y su posterior plasmación en el nombramiento de los cargos públicos. La ley de hierro de las oligarquías de los partidos políticos que formulara el sociólogo alemán Robert Michels describía la situación cuando afirmaba que toda organización se vuelve oligárquica y los partidos políticos también. Sus líderes buscarán incrementar o mantener su poder, a cualquier precio, incluso olvidando sus viejos ideales. Y es ahí donde entran a jugar su papel los analfabetos y los golfos en los partidos políticos que se convierten en sustento de la oligarquía. Ocurre algunas veces que anónimos ciudadanos nos escriben a los responsables de partidos políticos con sus peticiones, propuestas, etc. Hoy quiero hacerme eco del escrito que me remitió hace un tiempo un ciudadano de la provincia de Cádiz y la respuesta que le di. Me llamo E.M. Tengo 34 años, soy maestro y me he tomado la licencia de escribirle este mail para contarle algo relacionado con el Parlamento Andaluz y con sus Parlamentarios y Parlamentarias. Siempre me ha gustado lo relacionado con la política, lo relacionado con la labor que “debe” realizar cualquier persona que se dedique a la política, independientemente de las siglas, colores o ideales que defienda. A pesar de este interés, nunca he podido dedicarme a ello, primero por sacar la carrera y trabajar (mi padre en paro), luego las oposiciones, y luego el propio trabajo y la familia. Y fue en mi primer año trabajando de maestro, en un centro de adultos donde se me destinó, cuando realmente di verdadera importancia a todo lo que he mencionado con anterioridad. Le explico: Fuimos a una excursión al Parlamento, y cuando el guía que nos acompañaba nos llevó a esa enorme sala, y empezó a explicarnos dónde se sentaba el Presidente, dónde se sentaban cada uno de los Parlamentarios, lo que se realizaba y se decidía dentro de aquellas paredes, todo cobró relevancia. Pero (y realmente éste es el motivo de esta carta) hubo algo que hizo que, desde ese momento tuviera una espinita clavada con respecto a la forma de acceder al Parlamento. Casi al finalizar la visita, el guía se interesó por mi acento, que, evidentemente, no es sevillano, y le resultaba familiar. Al responderle de donde era sonrió y me dijo: que igual que la parlamentaria…Que un guía conociera a mi paisana me dejó intrigado y le pregunté al respecto. En ese momento, se me cayeron, como se dice vulgarmente, “los palos del sombrajo”. Me lleva un poco aparte y me pregunta en voz queda si a esta mujer le escriben lo que debe decir cuando interviene en el Parlamento y que muchas personas no entienden cómo personas como ella están donde están, y que él está seguro de que si no fuese por la paridad o por llevar tiempo en su partido o favores que hay que pagar, esta señora no hubiera accedido nunca al Parlamento. No supe qué contesta .y me dolió que alguien pensara así de una paisana mía que había logrado llegar a desempeñar una labor tan importante, aunque bien es verdad que sí había oído comentarios parecidos en mi localidad. El problema es que, tiempo después, he podido conocer a varios Parlamentarios y Parlamentarias andaluces, y he de decir que estoy muy decepcionado, porque el comentario de ese guía, desgraciadamente, no estaba lejos de ser verdad en algunos de los casos que conozco (no todos, evidentemente). La política local sustenta, sin quererlo, demasiados intereses y personas que sólo buscan un cargo para ganar dinero, partidos que “recolocan” a pésimos mandatarios/ediles,con nefasta gestión. le rogaría que, en la medida de lo posible, trabajase para que los candidatos/as de su Partido sean personas honestas, honradas, con ganas increíbles de servi., sin tener que recurrir a “devolución de favores”, antigüedad en las siglas o “ascensos no merecidos”. Creo firmemente que un político debe tener una mínima formación y un bagaje laboral de cierto peso, para no tener que depender de la política para cobrar un sueldo. En ese caso, por experiencias vivida demasiado cercanas, las personas que no tienen nada se venden, se compran y acaban actuando por intereses personales, y no para servir a su pueblo o a su Comunidad. En una minoría, pero no podemos, en la coyuntura actual, permitirnos que en nuestro Parlamento haya siguiera una persona que no asuma sobre sus hombros la responsabilidad del cargo que ostenta, que no le dé la relevancia que merece, y que esté ocupando un lugar que sin duda alguna otra persona ocuparía con entusiasmo y absoluta dedicación. Y repito que considero que ese tipo de Parlamentarios, responsables y con vocación, son, imagino, la mayoría, pero pasa igual que en las demás profesiones: Si una minoría no cumple se generaliza al resto de la profesión. Esta fue mi respuesta: Estimado amigo. He leído con detenimiento su escrito y suscribo plenamente todo lo que comenta en él. Esos motivos son los que me impulsaron a entrar en el año 2008 en UPyD, en el que sigo con la ilusión de conseguir las metas para nuestra denostada política que me indica. Nuestro partido elige en primarias a nuestros candidatos y no tenga duda que los afiliados de UPyD elegiremos ese tipo de candidatos por la sencilla razón que las personas que militamos en UPyD actuamos desinteresadamente en aras de una regeneración democrática a la que le invito a participar con su apoyo, su voz y su paso al frente, si así lo desea, integrándose en nuestro proyecto político.

viernes, 8 de febrero de 2013

¿Cambio de protagonistas o cambio de guion?

D. Alfredo Pérez Rubalcaba exigía el pasado domingo la inmediata dimisión del presidente del Gobierno, D. Mariano Rajoy, como consecuencia de los datos que están aflorando del denominado “caso Bárcenas”. Decía que el Presidente es responsable de la crisis de moral pública que vive España y que era "un lastre para este país". Rubalcaba lleva casi 30 años desempeñando cargos ligados al poder; Secretario de Estado de Educación, Ministro del ramo, Ministro de la Presidencia y Portavoz del Gobierno con Felipe González, Portavoz del PSOE y Ministro del Interior y Vicepresidente con Zapatero. En la actualidad es el máximo dirigente del primer partido de la oposición en España, el PSOE. Rajoy no le anda muy por detrás en su currículum político. Ha sido Vicepresidente de la Junta de Galicia, Ministro de Educación, Administración Pública, Interior y Vicepresidente con Aznar que lo nominó a candidato a la Presidencia del Gobierno que ahora ostento. Se preguntará el lector porqué tiro de Wikipedia para recordar los cargos ostentados por los dos. Pues por una sencilla razón; uno y otro han sido protagonistas de la vida política española en cargos de altísima responsabilidad gubernamental y en los dos partidos mayoritarios desde que nuestra Democracia empezó a echar los dientes hasta nuestros días. Ha sido el periodo del imperio del bipartidismo imperfecto español. Estoy de acuerdo con D. Alfredo (y creo que la mayoría de los españoles según las encuestas) en que vivimos una emergencia nacional. La extensión de los casos y sospechas de corrupción en las principales instituciones del Estado y en los partidos políticos de gobierno y oposición, han convertido la profunda crisis política y económica en una crisis de confianza en el sistema democrático. Pero la solución a esta película de terror, tragicómica a veces, por la que pasa la sociedad española no es la mera sustitución de unos actores por otros que sustituirán a los mismos en un bucle permanente en el que la frase más repetida es la del manido “y tú mas”. UPyD, el partido que represento, ha optado por reescribir el guion. Lo fácil es pedir cortes de cabeza, y de hecho las encuestas empiezan a alumbrar que somos alternativa al PP-PSOE. UPyD ha presentado este martes un manifiesto en el que detalla las reformas de Regeneración Democrática que España necesitaría poner en marcha antes de disolver las Cortes y convocar elecciones, lo que calculamos que debería producirse en un año o año y medio si hay voluntad política. Urge devolver la política a los ciudadanos, sus legítimos dueños, y restaurar la confianza en el buen funcionamiento del Estado. Porque la regeneración democrática no es sino que las instituciones políticas funcionen y cumplan su obligación constitucional. Para conseguirlo encontramos imprescindible: 1 - Aprobar de modo inmediato Leyes eficaces contra la corrupción para acabar con la impunidad de los responsables, y en concreto para: a) la inelegibilidad de las personas acusadas por delitos de corrupción política. b) el delito de financiación ilegal de los partidos políticos. c) el delito de enriquecimiento ilícito de los cargos públicos. d) el delito de omisión o falsedad de la contabilidad y patrimonio social de los partidos políticos y de los cargos públicos. e) reforzar la exigencia de responsabilidad por mala gestión a los cargos públicos al frente de sociedades o entes públicos. f) limitar la discrecionalidad de los indultos otorgados por el Gobierno, excluyendo a los condenados por delitos de corrupción. 2 - Reforzar la independencia y autoridad sancionadora de los organismos reguladores y de control público de la actividad económica privada y pública, como el Tribunal de Cuentas, la Agencia Tributaria o el Banco de España, acabando con su dependencia de los partidos políticos y del Gobierno. 3 - Aprobar una Ley de Transparencia exigente que incluya a la Casa Real, a los partidos políticos y sindicatos, y a cualquier institución que reciba ayudas públicas, obligando a dar información detallada y actual de su contabilidad y actividades, sin ampararse en el silencio administrativo o la justificación de la petición de información, y que regule la actividad de grupos de influencia o lobbys. 4 - Implantar una auténtica justicia independiente, acabando con el reparto del CGPJ entre las asociaciones de magistrados dependientes de PP y PSOE u otros partidos, y dotando a la administración de justicia de medios humanos y materiales suficientes. 5 - Aprobar una Ley Electoral justa y proporcional que favorezca la representación del pluralismo político existente, permitiendo la participación política real de todos los ciudadanos. 6 - Reformar la Constitución para que recoja las propuestas ciudadanas y resuelva el modelo territorial del Estado con el reparto de competencias y su financiación, mejore la separación de poderes, y asegure el derecho a la participación política, la igualdad jurídica y de oportunidades y las libertades personales. Consideramos que todas estas medidas son imprescindibles para regenerar la democracia y restaurar la confianza ciudadana. Son necesarias para racionalizar las administraciones públicas y suprimir el despilfarro en duplicidades y entes superfluos que se reparten los viejos partidos, o conseguir la regulación legal y transparente de las retribuciones a cargos públicos. También para restaurar la igualdad de los ciudadanos, acabando con los privilegios y con la discriminación por razones territoriales y lingüísticas, o para eliminar las trabas a la movilidad laboral, la apertura de empresas y el mercado único que lastran nuestra economía. Insistir en fórmulas inmovilistas o ya fracasadas para preservar la vieja política viciada que nos ha llevado a esta crisis no hará otra cosa que alejar a los ciudadanos de la política y aumentar la frustración, la indignación y la desesperanza, poniendo en peligro al propio sistema democrático.